Por lo general, la mañana se me hizo bastante amena. Mi taller fue el de Ledicia Costas en el que hemos hecho divertidos juegos relacionados con la poesía. María Lado y Lucía Aldao me han parecido muy divertidas y su forma de leer poesía muy original. Lo que más me gustó fue el momento en el que regalamos poesía por la calle o cuando se lanzó la botella al mar, que espero que llegue a algún puerto y alguien pueda leer su contenido. Ha sido todo un lujo poder pasar una mañana con poetas tan interesantes y divertidos. Espero que se vuelva a organizar una actividad como ésta, no dudaré en apuntarme. Coral
Una vez en el taller de Ledicia Costas supuse que haríamos algo con la informática, pero no funcionó, cosa que creo que fue buena (al menos para mí), porque hicimos actividades que me parecieron muy divertidas con las que aprendí algunas cosas interesantes y creo que con la informática no habría sido así.
En el recital me volvió a impresionar la demostración de gran habilidad, experiencia y sabiduría de todos los poetas. De María Lado y Lucía Aldao lo que más me gustó fue el poema que recitaron en gallego con su peculiar traducción al castellano. De Carlos Negro me pareció interesante que recitara un poema aún no publicado. De Ledicia Costas me impresionó su habilidad para pronunciar frases al revés. Y de Raúl Vacas me pareció original el poema cuya lectura solo era posible en el espejo.
Me lo pasé bien cuando repartíamos los poemas a la gente (de cuatro poemas logré repartir tres). Al final me lo pasé muy bien y todo estuvo bien organizado a mi parecer. Pablo
Ha sido un dia especial, aunque me ha gustado mas el LEMOSXUNTOS , porque me he reído más, por ejemplo con la actuación de Cándido Pazó, pero me ha gustado conocer a poetas extraordinarios, a María Lado y Lucía Aldao que son muy cachondas en su forma de hablar. Me ha sorprendido muchísimo la voz de Lucía Aldao, es preciosa, además la forma de encadenar las canciones con el sonido de la guitarra lo ha sabido compaginar bien .
Hemos cooperado bien en los obradoiros, también con los institutos de Poio, Vilalonga o Porriño, pudimos relacionamos con otros chicos , muy majos . En la playa, sin palabras, perfecto. Nahuel
Esta jornada poética me gustó mucho porque conocimos a muchos poetas importantes de la cultura gallega y española, tales como Carlos Negro y Raúl Vacas, a poetisas con toques de humor y musicalidad, como Lucía Aldao y María Lado, y también a gente que sabía leer al revés, como Ledicia Costas. Aunque en mi obradoiro no me tocó con un poeta ni con una poetisa , lo pasé muy bien con los poemas y caligramas que inventamos. El recital que hicieron los poetas fue muy entretenido por la manera de expresarse y por el contenido de los poemas, llenos de mensajes.
En la playa comimos y también tuvo lugar a despedida tirando una botella al agua. Fue perfecta, porque fue un bonito gesto para acabar la jornada. David
Cuando entramos en el Emilia Pardo Bazán, no estaba demasiado lleno, pero poco después, tras pedirle un autógrafo a Raúl Vacas, la gente empezó a llegar y yo me estaba agobiando, ya que era difícil moverse en tan poco espacio. No tardamos demasiado en ir cada uno a su taller para conocer a su poeta y dejar atrás toda esa multitud. A mí me tocó con Ledicia Costas. No la conocía, pero me pareció muy agradable y divertida. Nos hizo escribir y leer poemas sobre cada tema que ella proponía y también nos dio una hoja en la que ella había escrito un verso y cada uno de los veintiséis que éramos en mi taller, tuvimos que seguir escribiendo el poema sin ver todo lo que los demás compañeros habían puesto. Al final, cuando lo leímos nos quedó bastante divertido, ya que pasamos de un tema a otro completamente diferente. Me lo pasé muy bien allí y me llevé una buena impresión de la poeta. Más tarde, en el auditorio, los poetas recitaron cada uno sus distintos poemas, que me impresionaron bastante, pero a mí lo que más me gustó fue el poema de Celso Emilio Ferreiro que recitaron María Lado y Lucía Aldao, sobre la lengua gallega.
Al salir, nos dirigimos hacia la playa para comer. Para acabar la actividad, los poetas hicieron un manifiesto y tiraron una botella al mar con sus versos dentro. Fue una buena experiencia. María
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